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Ya Antonín salió de su depresión. Parece que ahorita sólo se aferra a la enfermedad como se aferra a la comodidad de pasar todo el día entre sabanas y al hecho de que tengamos que cazar por él, y hasta darle los ratones en el pico. Definitivamente se hace el enfermo, por lo que permanecerá ausente, supongo que hasta que nos aburramos de antenderlo y ser complices de su ficciones.

Bueno escuché algo que consistía más o menos en esto: "es que las pelis de disney atrofian el cerebro de pana... son un mundo de ideales que no existen y por ver esas peliculas uno se empeña en buscarlos...".




Para mí hermoso...

Creo que la realidad no es en sí misma. No es una cosa o la otra. Lo terrenal o lo ideal. La agricultura, el primer beso, el frío de Caracas, el olor a papagayo, la extinción de las tortugas, la última tortuga, la reforma constitucional, un mejor amigo, el reproductor, nuestra canción, la lotería, un tesoro, el mouse de la computadora, mickey mouse, el cuerpo, el alma, Aristóteles o Platón.*

Creo que es como uno la vea. Quien no sienta que vive o casi vive una pelicula de Disney [con el debido terror a las sentencias, exclamo:] No ha vivido.*



* Disculpen aquellos que se hayan ofendido con la mención de esos señores.
* Esta entrada no es más que una excusa para poner a bailar a la Bella y la Bestia.